miércoles, 27 de enero de 2016

carta (J.R.Laguna)

Queridos auditantes salvaje­detectivescos:

Lo que vais a escuchar es un disco de los detectives salvajes y un disco de Javi López. ¿Cómo es posible que sea ambas cosas a la vez?

Un poco de historia. Después de un tiempo separados en la distancia, Javi ha vuelto a tierras levantinas y fue natural plantearnos volver a componer y llevar a cabo un
proyecto demasiado tiempo postergado.

Nuestro primer EP, del que estamos muy orgullosos, es una especie de “tour de force”en el que nos repartimos la autoría de los temas y sacamos algunas reliquias del armario. Ha sido un proceso de aprendizaje de lo más instructivo y Javi ha perdido muchas horas de sueño para ser autosuficientes en la producción.

Después de nuestra particular travesía por el desierto en lo compositivo por los azares del destino... hemos vuelto. Ha habido momentos difíciles y el poso de eso que llaman vida se ha filtrado a través de nuestros poros, desde la incapacidad de
transmitir las vivencias propias hasta burlar la imposibilidad de la escritura. La aparente sequía creadora se ha mostrado necesaria y las nuevas canciones explican mucho de lo que ha pasado desde que éramos unos chavales que quedaban a la salida de la Facultad y recorrían las calles naranjas de la capital del Túria.

Aparte de algunos temas antiguos que merecen la pena ser rescatados, en los últimos meses se ha producido una efervescencia creativa y hemos compuesto
nuevas canciones, tanto de manera conjunta como por separado.

La idea inicial era lanzar un “disco grande” lo antes posible. Lo haremos. Pero surgió la necesidad de que vieran la luz una serie de temas propios más personales y que cada uno asumiera las riendas del proyecto, pero con la complicidad del otro, siempre en el marco y la producción común de “los detectives salvajes.” Esa es
la grandeza de los detectives. El ego se queda en la puerta del estudio o la habitación donde tocamos o a las puertas del garito donde hablamos de música.

Cuando hablamos de música hablamos de nosotros de una manera que no podríamos hacer hablando de nosotros. Por eso hablamos tanto de música.

Javi es el primero en abrir fuego. Los temas que tenéis a mano son una pequeña muestra de orfebrería sonora y al escucharlos se destila la pasión que ha  puesto en ellos: las decepciones, los logros, la rabia, la plenitud momentánea­eterna, el insomnio, las ensoñaciones, la cara y la cruz de un período en el que no paraba de
buscarse y esperarse a si mismo en el andén del porvenir, como el señor con bombín que deambula por la estación a paso relativamente lento y comprueba con
desespero que el tren que acaba de llegar esta vacío. Ahora el tren ha llegado a su
destino y dentro... hay un señor con bombín.


Ha valido la pena la espera.

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