martes, 7 de abril de 2020

el misterio del museo de cera.

La música es ese universo inacabable en el que realmente uno es libre. Cursi pero real. Cuando uno hace música, aunque se toque en directo, o se comercialice, en primera instancia lo hace como ejercicio para uno mismo. Es sanador. La mente cambia de estado, las manos van al sitio, y propiocepción y emoción funcionan a una. 
En días así uno se dedica a componer, tocar mucho, grabar maquetas, y como es el caso, a tontear con la complicidad de amigos y hacer un vídeo con cuatro cosas para compartir luego el resultado y el vínculo. 
Esta canción la escribí en 2003, y la tocamos con The Sexy Circus alguna vez. Las movidas filosóficas para otro rato. Me apetecía maquetarla y jugar un poco con ella. 
Mil gracias a Anna, Jan y Laguna por la participación y las ideas visuales.



Tenías que encontrar a ciegas
el camino de vuelta
y perdiste las llaves
que tuviste en tu niñez

Tenías que mirar al cielo
y cerraste los ojos
tus manos se olvidaron
de pintar en la pared

Hay una puerta detrás de ti
se ha cerrado de golpe
¿Dónde estabas cuando
todo estaba mal?

La la la la...
Estamos castigados 
a quedarnos aquí
poniendo buena cara
y disfrazando el dolor.
Las figuras de cera cantan
La la la la...

Se han escapado tus recuerdos
y han cerrado la puerta
¿Por qué estaban cuando
todo estaba mal?

Escapas hacia el laberinto
y siempre ves lo mismo.
Confías en tu instinto
y vas hacia el abismo
sin saber cuándo saltar...

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